domingo, 26 de octubre de 2008

"En el elenco se formaron muchas parejitas"

La malvada de Casi Ángeles dice que está muy lejos de la chica que debutó en Chiquititas. Cuenta que se siente adulta, que maneja su dinero y que, sobre todo, tiene un proyecto de vida junto a su pareja desde hace tres años, el actor Guido Massri.
Todas las tardes, cuando se mete en la piel de la malvada Franka Mayerhold, Manuela Pal (24) se gana la antipatía de los miles de jóvenes que siguen Casi ángeles, la exitosa ficción juvenil que creó Cris Morena. “El año pasado la tira apuntaba a un target más infantil, pero ahora subió la edad. Y los adolescentes la tienen re clara: ‘Sos la mala, pero sabemos que en la vida real sos buena’, me comentan. Así que está todo bien, me dicen que soy divina y hasta me piden autógrafos; al que odian es a mi personaje”, cuenta Manuela, que reconoce estar a gusto en la tira teen. “Me divierto mucho y trabajo con gente linda. Además, sigo juntando personas nuevas para el camino de la vida. Como es un trabajo de muchas horas y días enteros, no sé si terminás siendo amigo de tus colegas. Pero sí hay gente a la que quiero mucho”.
-Con Cris el laburo es full time, ¿llegás agotada a fin de año?
-Sí, pero yo zafé porque no hice teatro. Mientras los chicos trabajaron todas las vacaciones de invierno, yo me rasqué.
-¿Haberte perdido esa experiencia fue un pro o una contra?
-El teatro está buenísimo, pero como gracias a Dios lo viví con Chiquititas, me puedo dar el lujo de descansar. Bah, ahora que lo pienso, mucho no descansé porque me fui a España a estrenar la película Abrígate, que hicimos con Javier Lombardo. Tuve un año movidito, más no puedo pedir.

-¿Tu primer protagónico en cine?
-Claro. Abrígate es mi segunda peli y mi primer protagónico. La rodé en España. Estuve dos meses filmando y el tercero lo destiné para recorrer con Guido, mi novio. Fue una experiencia increíble, inolvidable y un paso enorme en mi crecimiento como persona y como actriz. Mirá qué casualidad: ayer, en el programa que conduce Miguel Jordán en Radio de la Ciudad, le hicieron un homenaje a mi abuelo, Pablo Palitos, y me contaron que la primera peli que filmó en toda su carrera se llamó Palermo. Y mi primer filme fue Palermo Hollywood, ¿no es re loco?
-Sí. ¿Lo conociste a tu abuelo?
-Muy poco. Falleció cuando yo tenía 2 años. Tengo pocos recuerdos, pero lo vi en varias películas, en miles de fotos y a cada rato por Volver. Pero lo tengo presente porque mamá vive hablando de él.
-Es una familia de artistas.
-Sí, pero más allá de eso, son gente simpática, graciosa, con onda. Mi mamá, Graciela, tiene dos hermanas: Carmen, que falleció, y Mery. Las tres querían ser actrices, pero mi abuelo no las de jaba y mi mamá lo logró porque sus hermanas la ayudaron cubriéndola y convenciendo a su padre.
-Volviendo a Casi ángeles, ¿es verdad que se armaron varias parejitas en el elenco?
-¡Uy! Mucho no te puedo contar, porque si no me matan. Pero algo hay; es una edad en la que se van armando parejitas. Me preocuparía si no pasara nada. Disfruto mucho del detrás de escena, cada libreto viene con las correcciones de Cris. Es admirable que una productora como ella, que no para un segundo, se tome el tiempo para corregir palabra por palabra del guión. La fórmula para conseguir el éxito es estar, y Cris está en todos los detalles.
-Trabajaste con ella en Chiquititas hace 12 años. ¿Qué cambió?
-No había pensado que pasó tanto tiempo, ¡qué horror! En mi vida cambió todo: soy grande, pasé la mayoría de edad, manejo mi plata, estoy de novia, tengo proyectos de vida... Ahora, en el modo de laburar con Cris, no cambió nada. Ella sigue siendo igual de genia que siempre.
Cuando Manuela habla de Guido Massri, su novio, se le ilumina la cara. “Estamos muy felices, el noviazgo marcha viento en popa. Ya van tres años y nos sentimos muy bien. ¿Si planeamos convivir? Sí, pero no ya. Hablan mucho más las revistas que nosotros sobre ese tema. Tenemos ganas, pero estamos esperando el momento tanto del país como de nuestro bolsillo para tener nuestro nidito”, dice.
-¿Qué te enamoró de Guido?
-Y... muchas cosas: su sentido del humor, es muy buena persona... y me enamoraron sus ojitos transparentes.
-¿Es el hombre de tu vida?
-Creo que sí. Si no, no tendría planes de irme a vivir con él. Supongo que nos encantará también casarnos, pero no lo pensamos ahora. Lo mismo con el tema de la maternidad: para tener hijos hay que estar preparados, y nosotros no queremos quemar etapas. Un hijo cambia todas tus prioridades, y hoy no tengo ganas de cambiar todo.
Fuente: Pop Star

No hay comentarios: